Optimismo espacial
por Alba Varón
Esperaba
otra cosa. Sí, no sé porqué, pero viniendo del director de Alien, el 8º
pasajero (1979) y Blade Runner (1982), y con ese
título de The Martian esperaba la aparición de vida
alienígena. Marcianitos, vaya. Partiendo de que mis expectativas no iban a ser
cumplidas asumí que debía prestarme al juego comercial del director y disfrutar
de lo que me ofrecería la peliculita.
Todo
el mundo sabe de las maravillosas creaciones del comercial Ridley Scott y de
cómo no ha logrado llegar a semejante altura en sus actuales películas. Muchos
años ya desde aquel entonces (exceptuando quizá American Gangster (2007). En
este caso se ha basado en la novela de Andy Weir The Martian,
publicada en 2011. Con el "escaso" presupuesto de 110 millones de dólares y de la
mano del guionista Drew Goddard, realizador de La cabaña en el
bosque (2012) debería dejar con la boca abierta cual Interestellar (2014),
de la cual inevitablemente se deberá comparar por cercanía temporal.
Nos
encontramos en un futuro cercano en el que el hombre ya ha llegado a Marte. El
astronauta Mark Watney, por causas un poco inciertas pero bien explicadas por
los guionistas, se queda en el planeta después de ser abandonado por su
tripulación tras una tormenta. Cualquiera pensaría que va a morir, obviamente.
Pero ¡ojo!, da la casualidad de que este hombre es biólogo, físico, mecánico y
un largo etcétera. Sí, tiene muchas posibilidades de sobrevivir en un planeta
en el que jamás se ha cultivado nada, no hay oxígeno y es imposible establecer
comunicación con la Tierra. Pero el protagonista se enfrentará a una serie de
peripecias que solventará como un hombre tan práctico como él pueda. Matt Damon
logra transmitir el optimismo y la alegría del protagonista, quizá peca
demasiado de ser tan alegre en un planeta donde estará en soledad durante años,
pero a ver, pensémoslo, hay gente así por el mundo, por lo tanto, vamos a
creerlo un rato. A pesar de ser todo un experto, resulta que no se toma en
serio nada.
Tanto
la impactante fotografía de Dariusz Wolski, la banda sonora de Harry
Gregson-Williams, acompañada de las canciones disco de los setenta al estilo
ABBA o el maravilloso diseño artístico de los interiores de la nave de la NASA
son algunos grandes aciertos que nos permiten disfrutar de una estupenda y amena
experiencia para los sentidos.
Pero
claro, no le pidamos de todo al pobre Scott, el personaje no nos transmite ese
miedo a la inmensidad del espacio o tampoco empieza a embaucar con no creíbles
paradojas temporales, extrañas y magníficamente increíbles al estilo Nolan. No,
aquí la parte de “hombre-solo-en-un-planeta-nuevo” casi se olvida y se aumentan
las explicaciones científicas, tanto que hasta al final te crees que algo
imposible pueda ser verdad (no como en Nolan, claro). La película pierde
bastante ritmo cuando la acción se traslada a la Tierra, explicando
continuamente al espectador cómo van a rescatar al pobre astronauta. No me
convencen del todo los secundarios, exceptuando a la magnífica y férrea
capitana de la nave espacial que abandonó al protagonista en Marte. Jessica
Chastain lo borda, como siempre, llega a transmitirnos el carácter de hierro
del personaje y sus hondas preocupaciones.
EE.UU.2015. T.O.: The Martian Director: Riddley Scott Fotografía: Darius Wolski Productora: Twentieh Century Fox/Scott Free. Música: Harry Gregson-Williamsm. Reparto: Matt Damon, Jessica Chastain, Kate Mara, Jeff Daniels Duración: 142 minutos. Ciencia Ficción. Drama, Aventura Espacial.