Por Pablo J. García
Tras
demostrar sus habilidades adaptando cómics con la infravalorada
X-Men: Primera Generación (2011) y la más que plausible Kick-Ass
(2010), Matthew Vaughn regresa a nuestras pantallas con otra historia
traída del mundo de las viñetas: Secret Service. En esta ocasión
se vuelve a alejar de los mutantes y los cómics mainstream para
explorar otros tonos y otras historias. A excepción de su gran ópera
prima Layer Cake (2004), vuelve a repetir el modus operandi que ha aplicado en sus proyectos, en el que a la
dirección se suma un libreto firmado por él mismo (algo no muy habitual en el mundo de los blockbusters) y por Jane
Goldman, además de su presencia en el apartado de producción.
Gracias a esto y a su tremenda calidad como cineasta, Matthew Vaugnh
sigue demostrando que sus películas tienen ese toque personal que
permite diferenciarlo hasta el punto de ser lícito decir que hace
cine de autor dentro del blockbuster. Uno de los pocos cineastas
americanos, junto a Joss Whedon o Zack Snyder, que es capaz de juntar
cómic y cine y convertirlo en arte.
Kinsgman:
Servicio Secreto (2015) nos cuenta la historia de un joven sin rumbo en la
vida (Taron Egerton) y un cuerpo ultasecreto de espionaje excesivamente formal del
Gobierno Británico . Estos dos elementos,
por supuesto, se cruzan en la historia, a manos de un agente
interpretado por el siempre simpático Colin Firth, y más o menos ya
podemos ir imaginando lo que pasa. En el cast también tenemos a una
espléndida pareja de antagonistas, con un divertido y
majestuosamente moderno Samuel L. Jackson como jefe y una Sofia
Boutella como su eficiente guardaespaldas. La genialidad de la pareja
antagonista, llevada más que nada por la interpretación de Jackson
y la calidad del guión, es uno de los puntos más fuertes de la
película. También destacan Mark Strong, Michael Cain y Mark Hamill
(sí, Luke Skywalker. Yo ni me percaté al verla).
El
desarrollo del argumento juega con las clásicas cintas de espías de
traje y gabardina como James Bond; pero también con las del corte de
la saga Bourne, Salt o incluso el nuevo Bond de Daniel Craig, que se
alejan de esa elegancia extrema y la sustituyen por acción marcial;
además de películas como Los Juegos del Hambre, El Juego de Ender,
La Prueba o X-Men, porque aunque evite caer en el melodrama y el
amorío juvenil, nos habla de adolescentes o jóvenes en escuelas,
competiciones, grupos y procesos de selección. Un proceso que además
tiene algo de esa crueldad que tienen muchos de los procesos de
selección de ciertos grupos gubernamentales de élite militar. Sin
ir más lejos, la última e insensible prueba es muy parecida a lo
que les obligaban a hacer a los aspirantes de las SS. También caben
mencionar los cameos a de nuevo X-Men, con esa forma de despegar y
funcionar de la nave, y a El Resplandor y la más que archifamosa
escena de Jack, el hacha y la puerta blanca.
Vaughn
vuelve a enseñarnos transiciones geniales, algo en lo que ya destacó
con Layer Cake, y planos aéreos tan diligentes como los que filmó
en Stardust (2007). Además de importar ese toque gamberro de
Kick-Ass, Kingsman también se inspira en ésta filmando unas
escenas de acción muy dinámicas (con trabajadas coreografías,
rápidos cambios de plano, gusto por las amputaciones) cuyo tono en ocasiones de violencia extrema no le impide a Vaughn aprovechar esta misma violencia para hacer humor y darle también matices de comicidad (algo que hace también, por ejemplo, Quentin Tarantino). Especial relevancia tiene
cierta escena situada por el desenlace, de la que no quiero contar
mucho; solo diré que está filmada a modo de plano-secuencia y que
lo que sucede te deja entre boquiabierto y molesto. Es precisamente
la congruencia entre el cómo y el qué lo que la hace sencillamente
espectacular. Algo que hace muy bien este director, por ejemplo
también con la escena inicial, donde únicamente con planos ya nos dice lo secretas, exquisitas y lejanas que son las encomiendas de los Kingsman.
Una
película divertida y más que recomendable para aquellos a los que
les gusten los cómics, los cómics sin superhéroes, el cine
comercial de calidad o simplemente el buen cine. Nada más y nada
menos que lo nuevo de Matthew Vaughn.
Reino Unido, 2015. T.O.: Kingsman: Secret Service. Director: Matthew Vaughn. Guión: Matthew Vaughn, Jane Goldman (Cómic: Mark Millar, Dave Gibbons). Fotografía: George Richmond. Reparto: Colin Firth, Taron Egerton, Samuel L. Jackson, Mark Strong, Michael Caine, Sofia Boutella, Sophie Cookson, Mark Hamill, Jack Davenport, Tom Prior, Neve Gachev,Alisha Heng. Productora: Twentieth Century Fox Film Corporation / Marv Films / TSG Entertainment Duración: 129 min. Género: Thriller. Acción. Comedia | Espionaje. Cómic
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